Brazalete convertible en anillo, realizado con plata y tanzanitas.

 

Cuando está desplegada, las formas se disponen caóticamente por toda la pieza, creando un espacio lleno de líneas i volúmenes que el azar ha dispersado sin un patrón aparente. Pero al cerrarse se crea el orden. Al alinearse las siluetas, aparecen las figuras geométricas básicas que lo forman todo: el triángulo, el cuadrado y la circunferencia.

 

Esta joya quiere mostrar que dentro del caos más absoluto puede aparecer el orden i la simetría, al igual que sucede en la naturaleza o las matemáticas, desde la alineación de los planetas al número Áureo presente en la disposición de los pétalos de una flor.